La mayoría de las personas que me rodean adoran el verano. Con sus días largos y soleados. La playa, la piscina y los largos paseos al caer la tarde.
No digo que yo no disfrute de estos pequeños placeres, pero reconozco que no me gusta el calor. Si soy sincera, tengo que decir que lo detesto...
Todos los veranos me encuentro contando los días para que por fín llegue el otoño. Y después el invierno.
Estar en casa mientras llueve y hace frío tras los cristales, llevar calcetines y tomar té caliente mientras veo una peli en el sofá.
Tardes de galletas y bordados...
Y a vosotras ¿Qué os gusta más?
Casiopea.
2 comentarios:
¡Eres de las mías! Yo odio muchísimo el verano: el calor, el ir medio en pelotas, el no tener nada que hacer... Sin duda, soy más de otoño-invierno. La primavera me parece muy bonita, pero siempre viene de la manita de la alergia, así que al final la acabo detestando un poco también.
A mi eso de la lluvia tras los cristales con un chocolate caliente y si puede ser una buena chimenea me llama mucho pero el calorcito me encanta, me quedo a seguirte también por aqui y te invito a mi blog si te apetece un beso
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