Una de mis tradiciones favoritas en Navidad, son las tarjetas de felicitación.
Todo el proceso de elegirlas, comprarlas... escribirlas pensando en todas las personas queridas que las recibirán... Decorar los sobres, poner la dirección y depositarlas finalmente en el buzón.
En estos tiempos en los que los smartphones han convertido nuestro día a día en una espiral de comunicación virtual, recuperar de alguna manera estas entrañables tradiciones, es un pequeño placer.
Casiopea :)
1 comentario:
Es lo que más me gusta de la Navidad...
Yo tengo que ponerme a ello YA!! Como siempre, me acaba pillando el toro.
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